El separatismo en la Escuela: entrevista a Pedro Heras
En la misma línea que la entrevista a don Fernando García de Cortázar del anterior programa, hoy hemos entrevistado a un experto acerca de la manipulación de la Historia, don Pedro Heras, profesor emérito de la Universidad de Tarragona, autor de numerosas obras de historia acerca de la ciudad y provincia de Tarragona -editadas en español y catalán- y que publicó en 2009 un libro tan importante como La España raptada: la formación del espíritu nacionalista.
Don Pedro nos habló de su vocación y trayectoria, y subrayó la importancia de conseguir aunar oficia y vocación respondiendo a la pregunta: "¿qué quieres ser todos los días de tu vida?"
La España raptada fue un libro que el autor se impuso escribir -a pesar de lo triste del asunto- como obligación moral para documentar situaciones que muchos conocían pero no se atrevían a denunciar.
En las zonas controladas por los separatistas, la imagen de España varía entre la difuminación o la evaporación de su obligada ausencia en los libros de texto hasta la presentación de España como enemiga de sus propios pueblos, en el marco de una dialéctica de eterna confrontación.
Heras subrayó la importancia de educar en el "soy" y no en el "somos". El narcicismo victimista exige la pertenencia a un grupo, se basa en el "somos" mientras que el camino que lleva a la vida adulta, es decir a responsabilizarse de los propios actos, pasa por el "soy". La Escuela -prosigue Heras- está para enseñar a razonar no para enseñar a creer. La creencia pertenece al ámbito de la fe; el razonamiento crítico es la base del aprendizaje personal.
Heras tuvo la generosidad de adelantarnos algunos de los hechos objeto de manipulación que estudia en su nuevo libro -todavía inédito- como la transformación de la Guerra de Sucesión en Guerra de Secesión, y mil ejemplos más.
A la pregunta de si la educación en el separatismo no será una educación en la frustración, contestó el profesor Heras que se trata nada menos que de una mutilación: someter el niño a un adoctrinamiento de esa índole supone cargarle con una mochila de odio y desprecio, y el niño carece de elementos racionales para defenderse pero sí tiene un corazón con una enorme sensibilidad: en definitiva, lo frustras, le arrancas el libre albedrío, lo deformas a tu antojo...
Citando a Santa Teresa "la verdad padece pero no perece, Pedro Heras subrayó que la obsesión por deformar la historia en los colegios manifiesta la debilidad de quienes no están seguros de sus "razones" y por eso desean imponerlas a un público tan acrítico como los niños.
Heras insiste en que no hay que respetar todas las ideas, sino las personas. "Las opiniones ni sienten ni padecen, las ideas tienen que contestar a otras ideas. Lo que hay que respetar son las personas".
A la pregunta de si ha sufrido algún tipo de represalia por su postura, Pedro Heras eludió contestar con cristiana elegancia. Puede oírse aquí la entrevista completa.
Don Pedro nos habló de su vocación y trayectoria, y subrayó la importancia de conseguir aunar oficia y vocación respondiendo a la pregunta: "¿qué quieres ser todos los días de tu vida?"
La España raptada fue un libro que el autor se impuso escribir -a pesar de lo triste del asunto- como obligación moral para documentar situaciones que muchos conocían pero no se atrevían a denunciar.
En las zonas controladas por los separatistas, la imagen de España varía entre la difuminación o la evaporación de su obligada ausencia en los libros de texto hasta la presentación de España como enemiga de sus propios pueblos, en el marco de una dialéctica de eterna confrontación.
Heras subrayó la importancia de educar en el "soy" y no en el "somos". El narcicismo victimista exige la pertenencia a un grupo, se basa en el "somos" mientras que el camino que lleva a la vida adulta, es decir a responsabilizarse de los propios actos, pasa por el "soy". La Escuela -prosigue Heras- está para enseñar a razonar no para enseñar a creer. La creencia pertenece al ámbito de la fe; el razonamiento crítico es la base del aprendizaje personal.
Heras tuvo la generosidad de adelantarnos algunos de los hechos objeto de manipulación que estudia en su nuevo libro -todavía inédito- como la transformación de la Guerra de Sucesión en Guerra de Secesión, y mil ejemplos más.
A la pregunta de si la educación en el separatismo no será una educación en la frustración, contestó el profesor Heras que se trata nada menos que de una mutilación: someter el niño a un adoctrinamiento de esa índole supone cargarle con una mochila de odio y desprecio, y el niño carece de elementos racionales para defenderse pero sí tiene un corazón con una enorme sensibilidad: en definitiva, lo frustras, le arrancas el libre albedrío, lo deformas a tu antojo...
Citando a Santa Teresa "la verdad padece pero no perece, Pedro Heras subrayó que la obsesión por deformar la historia en los colegios manifiesta la debilidad de quienes no están seguros de sus "razones" y por eso desean imponerlas a un público tan acrítico como los niños.
Heras insiste en que no hay que respetar todas las ideas, sino las personas. "Las opiniones ni sienten ni padecen, las ideas tienen que contestar a otras ideas. Lo que hay que respetar son las personas".
A la pregunta de si ha sufrido algún tipo de represalia por su postura, Pedro Heras eludió contestar con cristiana elegancia. Puede oírse aquí la entrevista completa.
.
Aprender Historia jugando: entrevista a Froilán Herrero
Don Froilán Herrero, estudiante de ingeniería, nos aproximó a la realidad de los juegos electrónicos, de tablero o de rol, de tema histórico y en general bélico tratando de contestar a la gran pregunta: ¿pueden servirnos de acicate esos juegos para el aprendizaje de la Historia?
Los juegos de ordenador de tipo bélico rebosan de información técnica histórica, ejemplo de ellos sería World of Tanks. Otros juegos, no bélicos, son los juegos de gestión, que suelen desarrollarse a lo largo de distintos episodios como la saga Anno que consisten en que el jugador, solo o con otros va desarrollando su ciudad. El jugador aprende detalles acerca de los barcos, los tipos de mercados, etc.
Los juegos de tabla -o de mesa- como el Risk, permiten aprender algo de geografía y hay juegos como La guerra de las Galias basado en el título homónimo de la obra de Julio César que nos hacen descubrir la variedad de tribus galas.
También se juega con figuritas de metal sobre tableros de uno por dos metros donde se practica el modelismo. Ejemplo de ese tipo de juego es War Games. En el programa del siete de julio entrevistamos precisamente a Carlos Vara quien nos contó -puede oírse aquí- que su pasión por la batalla de las Navas se inició a partir de su amor por las figuritas.
Don Froilán desmitifica la visión negativa de los juegos de rol que son muy entretenidos y exigen por parte de los jugadores una teatralización de su personaje y por lo tanto un conocimiento exhaustivo de las circunstancias de la época, es decir de la Historia, para no incurrir en errores de bulto, anacronismos, etc. Puede oírse la entrevista aquí.
Los juegos de ordenador de tipo bélico rebosan de información técnica histórica, ejemplo de ellos sería World of Tanks. Otros juegos, no bélicos, son los juegos de gestión, que suelen desarrollarse a lo largo de distintos episodios como la saga Anno que consisten en que el jugador, solo o con otros va desarrollando su ciudad. El jugador aprende detalles acerca de los barcos, los tipos de mercados, etc.
Los juegos de tabla -o de mesa- como el Risk, permiten aprender algo de geografía y hay juegos como La guerra de las Galias basado en el título homónimo de la obra de Julio César que nos hacen descubrir la variedad de tribus galas.
También se juega con figuritas de metal sobre tableros de uno por dos metros donde se practica el modelismo. Ejemplo de ese tipo de juego es War Games. En el programa del siete de julio entrevistamos precisamente a Carlos Vara quien nos contó -puede oírse aquí- que su pasión por la batalla de las Navas se inició a partir de su amor por las figuritas.
Don Froilán desmitifica la visión negativa de los juegos de rol que son muy entretenidos y exigen por parte de los jugadores una teatralización de su personaje y por lo tanto un conocimiento exhaustivo de las circunstancias de la época, es decir de la Historia, para no incurrir en errores de bulto, anacronismos, etc. Puede oírse la entrevista aquí.